domingo, 10 de octubre de 2010

Las manos son importantes, para mí para vos, para Perón.



Son indispensables, gracias a ellas, podemos toquetear, toquetearnos, cagar a piñas a un radical, atajar en papi, rascarnos el culo, saludar formalmente y muchas funciones más que hacen más grata nuestra vida.

En cada mano disponemos de cinco dedos, el gordito que sirve para decir que algo esta ok, el índice que sirve para sacarse los mocos, señalar o pedir una cerveza, el dedo del medio o “dedo conchero” que sirve para ciertas funciones sexuales que no voy a mencionar porque tendría que utilizar términos como, rasqueteo estimulación clitoriana, penetración dedal, y pedo de concha en el peor de los casos, y no quiero perder el glamour sofisticación y agradabilidad que caracterizan al blog, el anular o dedo torpe, que solo sirve para ponerte anillos de compromiso, y el chiquito que no sirve para un carajo pero que me cae bien.

Desde que estuve en la carnicería tuve 2 tragedias, el acoso sexual con fines tragicómicos de una clienta, y la casi mutilación de dos dedos.

El primero se soluciona con la indiferencia o el sometimiento sexual, pero la pérdida de un dedo es algo que no arregla tan fácilmente.
Generalmente no se deja utilizar la sierra de la carnicería a un cajero mas si este es medio distraído por no utilizar el término “pelotudo o gordo pelotudo si no le caigo muy bien” y encima se emociona tarareando los temas de Gilda que suenan en la carnicería olvidándose del peligro al cual se someten gordito, señalador, conchero, inútil y pequeñito.
Imaginarse un futuro con menos dedos es como imaginarse un futuro sin droga y fernet, una mierda, mas cuando uno es arquero como yo, y entonces es cuando tengo que decidir entre el oficio de carnicero y el de guardametas excedido en kilos y sobreexplotación laboral y ahí es cuando se complica.
Me daría bronca no poder atajar mas por satisfacer a una vieja trola que me pide los bifes angostos finitos porque no le gustan jugosos, pero son los riesgos que uno tiene que tomar como cuando uno quiere seguir cojiendose trabas a escondidas de la mujer, bueno creo que es una analogía de mierda, pero quizás alguien le encuentre sentido.
Últimamente tengo pesadillas, o se trata de algún mensaje subliminal o los guisos de lenteja me están cayendo pesados a la noche, pero sueño que se me resbala el hueso y me corto el dedo, es una pesadilla de mierda mas cuando tenes que cortar huesos al otro día y te acordas lo que enseñaste.
Es duro, es un trabajo duro, rodeado de cadáveres mutilados, sangre, huesos, cuchillas, sierras, picadoras y conversaciones de trabas y frula que inquietarían a más de un nene de mama.
En la carnicería alguien me apodo nene de mama, al principio dije que era un orgullo, pero a la semana me rompió las pelotas y lo invite a boxear afuera demostrando que no soy tan nene de mama, hoy día lo hecharon y yo me siento liberado, como puto con ley de igualdad aprobada y desayuno y meriendo todo los días leche con nesquick y vainillas, los carniceros piensan que soy puto, pero ellos no entienden el placer que significa masticar una vainilla remojada en leche, y devorar a cuchadradas el fondo chocolatoso que queda en el fondo de la taza.
Dicen que desde que llegue yo la carnicería se aputazo, porque soy muy prolijo, utilizo palabras como “silogismo”, les hablo de Galileo Galilei y dibujito un chancho en el cartel de ofertas de jamón que sacan a la calle, y que yo soy el único que los pinta porque se escribir aceptablemente.
Foto de chancho con anteojos que vendimos en la carnicería.
Porque nosotros le ponemos onda a los productos y hacemos algo pintoresco de un animal criado para ser traicionado un dia y ser muerto a apuñaladas por algún gaucho violento para luego venderlo y saciar su hambre un domingo.


Yo no como chancho, solo como tres especies de animal vaca, pollo y pescado creo que con eso ya es suficientey demasiado, los demás animales son por puro vicio.

Matar un conejo o un chivo es no tener corazón.
El siguiente post fue solo para abri el paraguas porque si algún dia tengo  algún inconveniente con la sierra y no puedo postear mas en el blog.
De regalo 6 consejos para optimizar su visita a una carnicería.

1- Siempre mire lo que indica la balanza el carnicero siempre tiene aumentar el importe para zafar las facturas o los puchos.
2- Si el carnicero le dice doña, mami, mama o madre, es normal si le dice mamita, significa que quiere cojersela.
3-Irremediablemente si es mujer le va a mirar el culo y va acotarle algo al compañero no se de vuelta o le guiñara un ojo.
4-Nunca pregunte si la carne es buena, siempre le va a decir que si, es totalmente al pedo.
5- Si le pregunta si el asado lo hara el marido, o si el marido la va a felicitar por la carne que compro simplemente esta investigando su estado civil, si descubre que es casada es peor, al carnicero le gusta ser pata de lana.
6-Tenga cuidado al pedir tripa gorda, morcilla o chorizo el carnicero tiende a malinterpretar  el mensaje

3 comentarios:

  1. Genio arata!!! Ya te voy a ir a comprar un kilo de mondongo papi!!

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  2. la verdad que cada vez te superas mas con los posteos, sos una caja de sorpresa, besos!!

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  3. gordito, señalador, conchero, inútil y pequeñito.
    jajajajjaja muy buen post
    saludos

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Arata Martin.