Super Post casi censurado

A continuación escrito que ha sido duramente criticado por tratarse de desagradable, innecesario y ahuyenta minas.

Valiéndose en los testimonios médicos y lo que pueda aportar a la sociedad mas teniendo en cuenta el tabú que gira en torno les acercamos la siguiente guía.

NO TODA LA INFORMACION AQUÍ VOLCADA ESTA DEBIDAMENTE CORROBORADA POR LO QUE PUEDE CONTAR CON EXAGERACIONES, MENTIRAS Y DIFAMACIONES SIN SUSTENTO

 

Convivir con hemorroides.

Con dignidad y respeto.

 

Nunca pensé al dejar el trabajo que las apacibles tardes de otoño se tornarían en un tormento anal En mi mente las imágenes carecían de problemas y complicaciones, eran visiones de ocio y plenitud, libertad y despreocupación, trolas y fernet, pero a la imaginación solo hay algo que le gana: la realidad, la cruda realidad de estar sentado en una palangana y considerar cada evacuación un mini parto.

Es que uno como ser normal no piensa en las hemorroides, no se piensa, no se habla, no se discute, no se mencionan, son temas que nos incomoda, como el sida, el transito lento de las mujeres o la trata de personas en los puterios del conurbano bonaerense.

- Vamos a tomar una cerveza?

- No puedo tengo hemorroides.

- Vamos a comer un asado?

- No puedo me duelen las hemorroides.

- Vamos a una fiesta loca con travestis?

- No puedo me arden las venas internas del recto

Es un asunto desagradable y grasa, se puede disimular si uno es puto o medio fascista pero las hemorroides no se pueden ignorar, si no aclaras porque caminas medio rengo y pedís un almohadón para sentarte alimentaras el mito de un fuerte sexo anal o la exploración del cuerpo con la ingesta de algún desodorante.

Podría haber imaginado que me agarraría hemorroides por estreñimiento, por un embarazo filipino o por hacer un gran esfuerzo limpiando las canaletas de casa, pero jamás pensé que me pasaría por comer pollo picante.

Nunca como picante, pero escuche el rumor de que a Gargiulo le hace muy mal el picante, entonces decidimos abusar del ají molido.

Era un plan ambicioso y cruel.

Pero Gargiulo se dio cuenta y no comió las papas con ají.

Yo tenía bajón por fumar marihuana y me lastre un kilo de papas.

Conclusión Gargiulo salio ileso, y Arata cayo en su propia trampa.

Por que Gargiulo tiene plata, y así son los que tienen plata tienen todas las de ganar en un mundo tan capitalista. Es al pueblo al que le duele el orto.

Una vez aceptado a las venas como acompañantes transitorias de nuestra estancia como ser humano en el infinito universo, llega el momento en que uno tiene que planear la venganza y descubrir como poder destruirlas psicológica y físicamente a las invasoras para que abandonen el cuerpo sin dejar secuelas como un culo roto de por vida o un amariconamiento general de tantos exámenes médicos réctales.

Como primer medida cautelar busque la cura en google, luego visite a un curandero y por ultimo asistí a un proctólogo.

Fue un viaje místico con mi culo como conejillo de indias.

Un viaje repleto de dolores, palanganas con malva, cremas humectantes, curanderos que no sanan, y doctores que te sacan 100 pesos por 5 minutos de revisacion. No es que a uno le guste estar exhibiéndole el orto al medico, pero se siente como si se pagara a una trola 100 pesos por una chupada.

Se siente estafado.

Cuando uno tiene esta enfermedad aprende a mirar la vida con otro enfoque, añorando esos días en que usted podía caminar libremente sin tener el ano roto. Todo se valora el doble, todo se sufre el triple, y se le da la verdadera importancia al estar sano, de poder correr, de poder sentarse sin un almohadón, de poder cagar placidamente y de volver a limpiarse con papel higiénico.

Rezar no funciona (o por lo menos en mi caso) quizás en el desespero, quizás en las ultimas gotas de fe que me quedan termine acudiendo al susodicho rito, por orden de preferencia: Jesús, Gilda y San Expedito han hecho oído sordo a mis reclamos de devoto creyente hemorroidico, por lo visto a Jesús le daría asco curarme las hemorroides el se ocupa de ciegos, leprosos y de paralíticos, pues no hay un solo caso de sanacion o milagro con respecto a las hemorroides en la Biblia, ni uno y eso que leí bastante la Biblia, Gilda se centraría en el empacho y la lombriz solitaria quizás porque no sepa como hacerlo o quizás porque no tiene tantos dones como yo pensé que tenía y San Expedito solo serviría como excusa para ventas de estupefacientes en las villas.

Cuatro semanas consecutivas tuve que rechazar ir a jugar a la pelota, estoy gordo y no estaba haciendo deporte, dure un partido de papi y uno de padel, después me agarraron hemorroides y me cagaron los planes, no solo fue la imposibilidad de sudar la camiseta y volver agonizante a casa después de un espectáculo digno de ver lo buen arquero que soy, sino también porque va Monier, y al moni se le enfría el pecho cuando me tiene en frente, le tiemblan las piernas cuando tiene que definir.

El moni es famoso, como yo que tengo un blog, el moni no se que mierda tiene pero es carismático como Marcelo Tinelli y la gente lo quiere, yo también.

Hay veces que quisiera salir a contagiar gente, como un sidoso agonizante, tormentoso y Terminal que sale a pedirle a las trolas que lo hagan sin globito.

Pero después me doy cuenta que no puedo ser tan hijo de puta, y que aparte es imposible contagiarlas, pero por las dudas cuando voy a lo de mi amigo ivo le refriego el culo en el almohadoncito que me presta para sentarme.

Después me doy cuenta que a veces me merezco tener hemorroides, porque soy uno de esos que se ríe cuando otro las padece, la victima esta tan vulnerable y es tan fácil el tema en cuestión para hacer chistes fáciles que resulta una oferta muy tentadora.

El que se tiene que tragar ahora los chistes soy yo.

Pero cuando me decida a desenvolsar cinco mil pesos para operarme, tendre un  culo nuevo (refurbished), y hasta pueda que me ponga tetas.