jueves, 21 de enero de 2010

Hamburguesa puestera


Hoy cene hamburguesas, en realidad como bastante seguido hamburguesas así que si fuera por eso todos los post empezarían con la frase pelotuda de hoy cene hamburguesas.
En fin,cene hamburguesas, de las Paty ®, que vienen a suplantar las del caja roja ® que vende DIA % ®, debido a que su establecimiento se encuentra cerrado por reformas obligándonos a ir a comprar hamburguesas que pasaron toda una noche en una heladera desenchufada en cualquier supermercado Chino ®.
Y mientras poco a poco el humo inunda la cocina, con la frescura y el aroma de la carne y grasa asándose en un poco de aceite (excepto que cuentes con el horno eléctrico Grill Foreman ®) me voy dando cuenta de cual cobarde soy últimamente.
Yo era un hombre, rudo, valiente, grosero y opa que firleteaba con la muerte en Constitución, ahora soy un avejentado que empieza a no disgustarles las frutas secas del pan dulce y que come hamburguesas de primera calidad envasada bajo las más altas normas de salud.
¿Donde quedo mi parte salvaje e inmadura de disfrutar la experiencia de la hamburguesa puestera en Plaza Constitución?
Yo jugaba con el peligro, porque yo era cadete, un peatón distraído, mufa y despistado en la selva del microcentro....
Yo jugaba con el peligro, porque no les tenía miedo a los cadetes en bicicleta, en moto y rollers....
Yo jugaba con la muerte porque hacia negocios informáticos con un travestí de Constitución....

Pero yo jugaba con la muerte porque después de un día trabajoso y seguramente pegajoso si fuera en verano (pegajoso me refiero a bolas transpiradas) lo celebraba con la experiencia hamburguesa puestera, con todo lo que esta experiencia incluye.
Cumbia, planchas repletas de hamburguesas y huevos fritos chatos, olor a chorizo mezclado con sudor guaraní, envases industriales de mayonesas insoladas recolectando bacterias, papas fritas manoseadas por linyeras chicos y oportunistas, verduras poco lavadas, salsas choricescas, cocineras golpeadas por su pareja, cocineros sudoros y malhumorados, nenes que te pides un pancho, ancianas que te piden una moneda, chorros que te piden la billetera, pungas que no te piden nada…..

La historia es simple, bacteria en billete, billete en mano de cocinero, bacteria en mano de cocinero, misma mano que te cobra te da la hamburguesa, bacteria en tu mano, en tu boca y hasta en tu culo, diagnostico: mínimo cagadera.
Pero yo jugaba con eso, porque nada me asustaba, porque había creado anticuerpos, como Pity Alvarez cuando come comida podrida, me la jugaba porque al otro día no sabría si podría ir al trabajo, arriesgaba porque el faltar por comer una hamburguesa en Constitución es de macho, me la aguantaba porque tenia que escuchar los sermones de llevar un pebete en una mochila, como si fuera un gordo que no podía aguantar a llegar a la casa a comer.

Pero, somos pocos los que conocimos en profundidad la "experfiencia hamburguesa puestera".
Hoy día no puedo concebir la idea de comer una hamburguesa puestera, a menos que este muy puesto.
Pero cada día que veo ahí ese puesto de bacterias, gritos, apuros, carne y grasa invitándome a sucumbir, mi mente divaga entre la madurez de haber crecido y lo careta que estoy últimamente.


PD: Me da vergüenza ir a un puesto de hamburguesas.
Inmediatamente te tildan, de grasa, obrero, drogadicto o gordo
Pd2: Dejo foto de la versión careta de la hamburguesa de los vagones del tren.





1 comentario:

  1. Compañero Arata (sí, a veces hablo en Peronista). Quiero que sepa que yo también me vine grande y ahora le temo a la hambuerguesa de Constitución y al pancho de la estación Lanús... Soy careta y bajoneo paty con queso por salut en el calor de mi hogar.
    Saludos!
    Maestra Gorda del Conurbano Bonaerense

    ResponderEliminar

Gracias por comentar en el blog.
Los mensajes que hagan alucion a discriminacion, racismo, sexismo o fundamentalismo religioso, tambien seran bienvenidos, pero trata de no colocar tu verdadero nombre.

Arata Martin.